Células Madre: ¿Verdad o Ficción?
Por Tabata Hernández y Winder Sánchez
Tal parece que el comercio de las células madre galopa más rápido que los mismos avances científicos. El primer dato de uso de células madres es remontado hasta hace casi un siglo, cuando médicos científicos utilizaron médula ósea rica en células madres para tratar pacientes con leucemia y anemia, aunque sin resultados concluyentes. No obstante, los científicos pudieron demostrar con ratones que era posible trasplantar la médula de un humano a otro y además regenerar células dañadas. Luego de muchísimos avances y comprobaciones, este proceso se perfeccionó y actualmente es llamado “trasplantealogénico” y fue intentado por primera vez en personas hacia los años de 1950.
Hoy en día, compañías y laboratorios se han dedicado a almacenar las células madres “por si acaso” puedan servir aún cuando una gran mayoría de científicos han desconfiado de su utilidad. Numerosas empresas han surgido de la mano con los bancos privados de cordón umbilical para conservar células obtenidas de los dientes de leche, de periodo menstrual e inclusive de grasa extraída del cuerpo para un posible uso venidero de un donante cuando en un incierto futuro se desarrollen funciones terapéuticas.
Una gran parte de la comunidad científica afirma que las muestras de donantes que han sido conservadas en bancos privados no tendrán ningún uso en el futuro puesto que todo parece indicar que todas las células madres adultas sólo llevan exclusiva y específicamente un uso clínico para la misma persona que lo dona, aquéllas que han sacado estas células del cordón umbilical y que sirven para tratar algunos padecimientos leucémicos y en otros casos más excepcionales.
No obstante, se ha generado una cierta publicidad bañada y confundida, al parecer en una realidad y en una ficción. Aquella admiración y entusiasmo que envuelve el conocer todo aquello relacionado con las famosas células madres hacen que precios aceptables terminen siendo un recurso cada día más habitual, lo que conlleva a que muchas personas acudan a bancos privados para entonces dejar allí sus muestras.
Empresas almacenadoras
En España, estas instalaciones ya existen y alrededor de 26.000 padres españoles han enviado a los bancos privados las células del cordón umbilical de sus hijos por unos precios súper elevados que oscilan entre 1.300 y 2.000 euros para conservarlos durante unos 20 años.
A María Rincón, una madre venezolana radicada en España con su esposo desde hace más de una década, le dijeron que su hija Betania Morales Rincón podría ser curada de afecciones que ésta pudiera padecer en un futuro, a través de la conservación de sus células madres extraídas por el cordón umbilical. Para su infortunio éste -el cordón umbilical- no llevaba consigo suficientes células madres que pudieran recuperarse para poder almacenarlo con éxito, así que fijaron su esperanza en su primer diente de leche.
En España existen docenas de empresas dedicadas a este tipo de negocio, aunque en distintas formas de almacenamiento, los bancos de cordón son los que más se expanden.
En América del Norte, específicamente en Estados Unidos existe una empresa llamada Bioden®, la cual se dedica a procesar las células madres de las raíces dentales y a mantenerlas congeladas en bancos parecidos a los del cordón umbilical. Su publicidad, en la versión estadounidense del “Ratoncito Pérez” dice: “Algún día, el Hada de los Dientes le podría salvar la vida a tus hijos”.
Otra forma de almacenamiento, bajo el lema “tu milagro mensual”, es la oferta de C’Ell®, una empresa española dedicada al almacenamiento del fluido menstrual para “preservar” las células madres existentes en ella que podrían formar parte de la “salvación de una vida”.
A través del cordón umbilical
Este negocio y aún más la ilusión que transmiten los mensajes comerciales de empresas como Bioden® y C’Ell®, tropiezan la utilidad que hoy en día la ciencia le ha podido dar a estas células. En la actualidad, “las únicas aplicaciones terapéuticas de las células madres son las que se almacenan en el cordón umbilical” dice el Dr. Wilmer Noé Delgado, Director del Instituto de Investigación de Genética de la Facultad de Medicina de La Universidad del Zulia, Venezuela.
El Doctor Delgado menciona que el boom de las células madre se ha promocionado para uso de todo, no siendo así, ya que promocionar, por ejemplo, el cultivo, la obtención y preservación de células madre para ser tratadas en cualquier tipo de enfermedad, es un fraude porque hasta ahora la única aplicación que tienen estas células son para algunas enfermedades hematológicas, el resto de las enfermedades aún se encuentra en estudios, y hasta que no se dé la última palabra de la investigación para proceder en seres humanos no se puede estar ofreciendo algo que no está aprobado.
Por otra parte, y en concordancia con esta explicación, en Caracas se llevó a cabo una conferencia en el 2012 por parte del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), la cual se llamó “Tratamiento con células madre: ¿realidad o fraude?”. Allí algunos doctores de la Unidad de Terapia Celular del IVIC, del Banco Municipal de Sangre y también de la Coordinación del Programa de Donación y Trasplantes de Venezuela, los doctores José Cardier, Olga Wittig, Christian Saltiel y Nelson Hernández, hicieron un llamado a las personas en general a estar pendientes de los procedimientos ilegales realizados con células madre que decían estar seguros de curar distintas enfermedades como diabetes, Alzhéimer, síndrome de Down, Parkinson, paraplejia, etc., manifestando que aunque ellas tengan la capacidad de regenerar y reconstruir tejidos del cuerpo humano, pueden provocar graves consecuencias y otras enfermedades aún peores como el crecimiento de tumores y afecciones mucho más graves.
No obstante, hay personas comunes y también científicos que confían plenamente en estos procedimientos llegando a hacer hasta inversiones grandes de dinero en estos tratamientos, porque para ellos pueden ser una esperanza de vida en algún caso de enfermedad venidera, especialmente en enfermedades como la leucemia y también en diferentes formas de cáncer.
Según algunos científicos, los pacientes que sufren de cáncer y se tratan con radiación y quimioterapia para eliminar células malignas, también eliminan al mismo tiempo las células sanas del cuerpo, llegando a destruir la médula ósea en algunos casos, por lo que se haría necesario un trasplante de células madre, allí la fundamentación de su importancia.
Caso Venezuela
En Venezuela, ya existen casos de pacientes que han sido tratados con el método de las células madre. Joan Mijares, un niño de 12 años fue testigo del segundo caso en Venezuela de tratamiento experimental con células madres.
Luego de 11 operaciones sin resultado positivo, la madre del niño, María de Mijares, llegó al Hospital Clínico Universitario, quienes en conjunto con el equipo del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), le practicaron una cirugía reconstructiva con tratamiento de células madres donde el niño pudo volver a caminar luego de que a los tres meses de edad se le diagnosticará una “pseudoartrosis congénita de tibia”, lo que le impedía que en la pierna izquierda, entre la tibia y el peroné, formara hueso en la parte discal para unir esos dos segmentos.
El IVIC indicó que las células madres formaron parte del tratamiento de consolidación del hueso, después de practicarse una cirugía de unión entre la tibia y el peroné. “Lo que hicimos fue retirar la parte cartilaginosa y le transformamos la tibia en un hueso único, luego, colocamos las células madres en el punto exacto de la operación y ellas terminaron de hacer el trabajo”.
José Cardier, el director de la Unidad de Terapia Celular del IVIC, dijo que por medio de un procedimiento anterior realizado al niño, se le extrajo sangre de su médula ósea, donde tenía un compuesto de células madres mesenquimales las cuales se llevaron al laboratorio y durante tres semanas se cultivaron para su multiplicación. Estas se utilizan para formación ósea ya que el niño necesitaba hacer hueso en su pierna y por medio quirúrgico fue implantado al paciente por el equipo de traumatología.
Tabata Hernández y Winder Sánchez
17.876.717 – 19.097.394
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